Dos sombras blancas se dibujan en la penumbra de las memorias y me estimulan a buscar el cielo bajo el estucado.
Vacio y absurdo es, sin una estrella, ni una nube y solo una luna radial trata de ocultarse tras 5 hojas y un filtro de aluminio.
Mientras llueve en una esquina de ese cuarto, el interior de la casa de mí ser invisible se desborona, se cae y no ve luz, no razona, perdió la fe.
Dos sombras blancas incentivan la agonía, el desconsuelo y la tribulación que me ha causado, el que me extirparan la mitad del alma.
Maestra de mi existencia, detén esta lección que tanto duele, y solo escribe en mí ser una nota de consuelo, si es posible.
Si tuviera que conformarme con mirar tu sombra a lo lejos, sería duro. Pero dos sombras blancas son más de lo que esta concha soporta.
Dos sombras blancas me hieren, dos sombras blancas, me matan, dos sombras blancas ¿Por qué? Solo una fue mi vida, solo una fue mi amor.
Mientras llovía en una esquina de ese cuarto, el interior de la casa de mí ser invisible fue abandonado. Inhalo desde arriba la claridad y observo que abajo la brisa golpea sobre mi pecho pero ya no siento nada.
Escrito por: JoRú
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